martes, 23 de marzo de 2010

El sueño de quién debió ser una ave

De niño solía pedir a mi madre que me contrara cuentos. Gustaba de las historias en las que ella parecía ser la princesa, y soñaba algún día rescatarla de aquél dragón insistente que no dejaba de llevarla lejos. Me encantaba ver su cara al imaginar los castillos y la sonrisa que se le dibujaba al decir "...y vivieron felices por siempre".

Menciono esto por qué hubo un cuento que nunca entendí hasta hoy. Me lo contó el mismo día que mi padre dicidió tomar su maleta y no regresar.
Mamá estaba triste y para que pudiera sonreír le pedí me contara un cuento, limpiandose las lágirmas me dijo...

Sabías que existió una princesa que se suicidó dentro de su sueño.
Palabras muy fuertes para un niño, palabras sin sentido y sin significado, ¿por qué querría una princesa morir? las vidas llenas de lujos siempre me han parecido perfectas. Pero continuó con su relato.
Ella nunca fue perfecta, pero hubo un príncipe que la idealizó, la configuró de tal manera que ella debía no ser ella para hacerlo feliz. El príncipe amaba la imagen que había creado de esa princesa y no comprendía por qué de su forma de actuar, distinto a lo que había idealizado.

Al principio a la princesa no le resultó difícil mantenerlo contento, creía amarlo y le gustaba verlo sonreír, así que actuaba de acuerdo a la imagen que él le diseñó.

Es cómo si el príncipe se hubiera enamorado de la burja del cuento. Ella no era una bruja, pero debes entender la comparación.

Hasta ese momento yo pensaba que los cuentos siempre concluían con un final feliz y sin dolor, tal vez eso era, pero mi madre se esforzó por demostrarme que hasta lo que parece perfecto no lo es.

Creo, dijo mi madre al terminar de reflexionar su comparación. Creo que el problema nunca fue ella, de hecho el príncipe tampoco estuvo mal, sólo no vio más allá de lo que ella mostraba al exterior.

La princesa detestaba los modales, le gustaba vestirse de pantalón y en ocasiones se escondía para cabalgar por el campo. Cuando llegaba el príncipe, su esposo, ella tomaba sus vestidos e interpretaba el papel de una buena esposa....ella nunca fue mala...Y recuerdo que al mencionarlo escondió su rostro entre sus manos, a mi mamá le dolía el corazón, pero trataba de sonreír para mí.

Después de mucho tiempo, la princesa se comenzó a cansar de fingir y poco a poco comenzó a actuar como esa persona que había ocultado durante tanto tiempo...

Ángel prométeme que siempre verás más allá de lo que la gente muestra.

No soltaba su pañuelo...tuve ganas de pedirle que terminara el cuento. Sí no había de hacerle sonreír no tenía sentido que siguiera.

Ella debió ser libre como las aves, siempre lo deseo, pero eso fue algo que el príncipe nunca quizo comprender.
La princesa entonces, me dijo limpíando sus lágrimas nuevamente, comenzó a admirar a las aves y esto la ponía triste, hubo un día en que no pudo soportarlo más y enfermó de tristeza. Permanecía todo el día frente a la ventana suspirando al ver el cielo, después permanecía sentada viendo a la nada y casi al final pidió que su cama se acomodara de tal forma que tuviera vista al exterior....ya no miraba más por la ventana, pero la brisa le hacía sentir cerca del mundo exterior que siempre deseo conocer.

El príncipe preocupado por ella, habló con uno se sus consejeros y le pidió de favor trajera a las aves más exóticas de su reino, era un asunto que no podía realizar el príncipe pues tenía que atender asuntos importantes, a los que nunca faltó.
La habitacion de la princesa entonces comenzó a llenarse de aves de todo tipo, pero ni eso la hacía feliz ella sabía que eran aves enjauladas y de solo pensarlo se sentía entonces apresada y más triste al no tener la fuerza para liberar todas esas aves con las que pretendían hacerla sentir mejor.

Descubrió que la única forma de sentirse libre era cerrar los ojos e imaginar entre los cantos de las aves el mundo que siempre deseo, así que un día cerró los ojos y ya no despertó.
Sigue encerrada en su libertad.

La verdad es que jamás escuché el cuento completo, antes de que mi madre terminara la historia... yo me quedé dormido, pero me gusta pensar que debió concluir así... no quiero imaginar que la princesa en realidad si se suicidó

sábado, 20 de marzo de 2010

Cronos

-Eres tal como te recuerdo.....
la ilusión en su rostro se hizo evidente...él buscaba la respuesta...ella simplemente pudo sonreír.
-No recordaba tu voz....-fue lo único que ella amablemente pudo contestar, mientras ocultaba su rostro.
-Pensé que no vendrías, después de tanto tiempo las promesas son fáciles de olvidar. Y a pesar de todo aquí estás-
-Me siento como cuando todo comenzó...jamás pensé que sobreviviría todo este tiempo lejos de aquí.

La gente observaba maliciosamente a los ancianos que se retiraban tomados del brazo...maldiciendo a cronos por no poder detener el tiempo...y agradeciendole porque podrían morir en paz...