sábado, 10 de septiembre de 2016

Tentaciones

Él lo propone como si fuera una opción que nunca cruzaría por mi cabeza, quizá lo dice con cierta ironía, porque siempre, en algún momento del día esa se convierte en mi mente en la única opción, pero me falta ser más egoísta.
Él me reta con sus sugerencias, espera que acceda a sus caprichos momentáneos, y con ello comprobar que tenía razón, que siempre deseé que fuera de esa forma. 
Yo lo pienso, y lo he dicho antes, siempre en algún momento del día me pregunto qué sería de mí si no fuera yo, qué sería de él si yo no hubiera sido yo.
Qué sería de él...si hubiera sido yo y de mí si él no hubiera sido quién es en este instante.
Pero él lo toma como una afrenta personal, como un obstáculo a vencer y me provoca, me lleva a repetir una y otra vez la discusión que ya creo haber superado, el camino del que todavía salgo espinada, al que no me gusta regresar.
Pero él deja que lo venza la idea y fórmula una y otra vez historias que solo existen en la suposición, en la posibilidad y en las malas jugadas de la mente. Pide caer en la idea, le gusta caer en la idea de que eso quiero y hubiera querido. 


viernes, 1 de julio de 2016

Mi puberto matrimonio

Si he de ser sincera, cumplir 10 años de matrimonio ha sido para mí un golpe duro, (sobre todo cuando gritaste a los 4 vientos que querias que tu realidad fuera diferente). El día de ayer, que entendí había superado todos esos momentos de duda, no supe qué rostro poner.
Primero pensé que el tiempo pasa muy rápido porque aún recuerdo la primera vez que hablamos de compromiso de por vida, porque veo que apenas había recorrido dos décadas de vida y ya estaba segura de que, mi ahora esposo, debía ser mi compañero para lo que me resta de existencia.
Luego sentí una extraña felicidad, producto de haber alcanzado una meta, quizá no propuesta, pero no muchas parejas de "ahora" llegan a 10 años juntas. Y porque esto, de seguro le dio en la cara a quienes creían que lo nuestro no duraría (incluso a mí).
Luego me invadió la melancolía, ha sido lo más pesado de superar porque no soy, y no he sido una esposa perfecta, distó mucho de haber cumplido algunos cánones en los que se encuadra a las esposas: soy egoísta y no se necesita más para no ser una perfecta mujer.
Entonces en mi afán por encontrar momentos en nuestro matrimonio que sean dignos de presumir, me sentí ignorante, dudosa, culpable, no he logrado nada.
Fui sincera con él, le dije que sí, habíamos llegado a los 10 años de casados, pero de este tiempo solo recuerdo lo que hice, lo que yo hice.
Pero él como muchas veces me recordó por qué seguimos juntos, porque él no se ha rendido en demostrar que solos no habríamos alcanzado pequeñas metas individuales, para gusto de muchos quizás insignificantes.

Así las cosas...

sábado, 5 de marzo de 2016

Fascinante

Cerró la puerta del taxi, caminó unos pasos y subió a otro vehículo, volteó y encontró un rastro amable, pero no era lo que buscaba, así que dirigió su mirada al frente reflexionando lo que acababa de pasar.
Perdió el control, sabía que no había hecho lo correcto, pero no sintió remordimiento, y su filosofía siempre fue no arrepentirse si se sintió bien. Luego llegó a los extremos de desear que sucediera nuevamente.
El vehículo la llevó a su casa y dada la hora, se preparó para dormir y al acostarse rosó tímidamente sus labios con su dedo índice y sonrío. Perdió el control...
En la lucidez de la mañana se hizo a la idea de dejar pasar aquel suceso, no se volvería a repetir, y peleó por ello al día siguiente y al siguiente. Lamentablemente no estaba solo en sus manos.
El suceso convirtió la amistad en saludos tímidos, en conversaciones cortas en distancias incómodas, en presencias tentadoras hasta que asumió la responsabilidad y se alejó del todo.
De pronto un día acudió a un concurrido encuentro y vio entre los presentes un rostro que le heló la nuca, y le detuvo el corazón un mili segundo, a partir de allí trato de ser sigilosa, cauta, responsable pero repito, no sólo estaba en sus manos, él también sabía perder el control.
Ella buscó excusas para mantener la distancia y se dirigió a la mesa de los bocadillos, tomó un plato, alcanzó a colocar dos galletas sobre ésté y lo soltó... Se llevó las manos a los labios y cuando sintió todas las miradas encima se precipitó a recoger los restos dispersos de la loza que acababa de romper. Para entender lo que había pasado alzo la mirada y sus ojos se cruzaron con los de él. Supo que no había podido escapar, él le había robado un beso esta vez...

miércoles, 17 de febrero de 2016

14 de febrero

...Imaginó detalladamente la escena que más deseaba que sucediera, convirtió el monólogo en conversación y entonces dijo:
-Esperé todo el día mi felicitación por este día, pero aún no somos amigos, ¿verdad?
La respuesta fue el silencio, quizá asentía, pero de igual modo podría haber negado o esquivado aquella duda. 
Luego ella dejó de meditar y espetó nuevamente:
-¿Crees que pronto lo seremos?
El cuestionamiento más bien parecía ruego y sin embargo, de nuevo el silencio fue su respuesta...