domingo, 30 de diciembre de 2012

Esculapio

Estudio. Estudio; repaso los textos, las frases dichas, las huellas dejadas por tus intermitentes apariciones.
Corrijo mi rutina, compilo los versos de la única enmienda de tu complicada verbalización, del uso de términos. De lo que me enseñas y que a ti Cortázar te enseñó.
Quiero vivirte, no entrar en tu vida ser fugaz encuentro, no escribir los textos a través de circuitos y que sé yo...
Que de pronto me piense y estar allí para ti.
Rectificar una y otra vez la forma en la que se construye esta historia, a través de fragmentos tuyos de pedazos de mí, cometer los errores pertinentes las equivocaciones buscadas, pedidas, solicitadas, forzadas, procuradas en cada encuentro, en cada uno de nuestros reconocimientos.
No lamentarnos por otra cosa que no sea el pasar más tiempo apre(h)endiendo el uno del sí mismo, de lo que es capaz de hacer por mantener siempre tres puntos suspensivos y en cada despedida inscribir un punto y coma, pasar a otro asunto sin dejar de lado el verdadero propósito reconocernos a través de nosotros mismos, tú en tu mí... y mí, en mi tú.
Acentuar, tildarnos...

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Confusionada

Quiero hablar de ti
dibujarte con mis palabras
describirte trazo a trazo
hacer un manifiesto de tu persona
de lo que no sé, de lo que no sabré.

ansío gravar a tu presencia
despilfarrar palabras, 
en canticos absurdos sobre el día en que te conocí

conocer tu lenguaje alegórico, ríspido, del cual sólo puedo entender los "hola"
del cual sólo busco entender los "ven" rescatarlos, apropiarme de ellos.

y como ahora expectar todas las palabras que conozco, los cliché que disfruto, 
las incomprenciones que comparto y perderme en tu intrincada personalidad
tan enredada, ¡cómo!..









...y vuelve abajo la mirada, buscando reconocerte en mí...

lunes, 17 de diciembre de 2012

Preguntas sin respuesta...

...y de mi alma nace, sólo palabras blancas, preguntas sin respuesta llenas de esperanza...
Sí me conocieras, sabrías que necesito una respuesta...

sábado, 15 de diciembre de 2012

Como acabar con una adicción

Deben existir un sinnúmero de métodos eficaces, sin embargo yo sólo puedo recomendar uno...

"Es necesario para dejar una adicción, primero reconocerla, después contar con una un estímulo lo suficientemente fuerte para evitar volver a tu adicción".

Pudiera resultar obvio, pero les aseguro que hay mucha gente a la que esta solución nunca le ha pasado por la mente.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Superman

Siempre creí poseer la perfecta personalidad indefinible, con la que se logra confundir a las personas, creí contar con una forma de ser desconcertante, la que con mensajes en doble vía podría crear incertidumbre en la mente de los demás; pero me doy cuenta que me convertí en el cazador que ha sido cazado.
Contigo nunca sé, si bien me va al menos me dedicaras un "hola", si bien me va no notarás que sonrío como tonta.
A ti no te comprendo y pese a que ni siquiera te conozco bien, memoricé cada imperfección tuya.
De ti sé que quiero disfrutar de los mismos poemas que utilizas para confundirme, sé que buscas pretextos para ridiculizarme, sonrojarme, acercarte...
Y sin embargo busco convencerme que no es tan grande lo que compartimos, y que ha sido tú aleatoria personalidad la que ha creado conflictos en mi mente., la que me tiene cautiva de cada nuevo movimiento tuyo y que inmersa en esa espera no ha notado que así eres con cuanto esculapio te rodea.
No has tendido las redes en la espera de que caiga; pero he entrado en ella y no me gusta presenciar como otros también caen...
No me queda más que volver al inicio...

viernes, 30 de noviembre de 2012

Fundación de un recuerdo

No es exactamente como fundar una ciudad sino más bien como fundar una dinastía

el recuerdo tiene manos nubes estribillos
calles y labios             árboles y pasos
no se planifica con paz ni compás
sino con una sarta de esperanzas y delirios

un recuerdo bien fundado
un recuerdo con cimientos de solo
que con todo su asombro busca el amor
y lo encuentra de a ratos o de a lustros
puede durar un rumbo        o por lo menos
volver algunas noches a cavar su dulzura

en realidad no es como fundar una dinastía sino más bien como fundar un estilo

un recuerdo puede tener mejillas
y canciones y bálsamos
ser una fantasía que de pronto
se vuelve vientre o pueblo
quizá una lluvia verde
tras la ventana compartida
o una plaza de sol
con puños en el aire

un recuerdo sólidamente fundado
fatalmente se acaba si no se lo renueva
es decir es tan frágil que dura para siempre
porque al cumplirse el plazo lo rescatan
los viejos reflectores del insomnio

bueno tampoco es como fundar un estilo
sino más bien como fundar una doctrina
un recuerdo amorosamente fundado
nos limpia los pulmones nos aviva la sangre
nos sacude el otoño      nos renueva la piel
y a veces convoca lo mejor que tenemos
el trocito de hazaña que nos toca cumplir

y es claro un recuerdo puede ser un escándalo
que a veces nos recorre como un sol de franqueza
como un alud de savia como un poco de magia
como una palma de todos los días
que de repente se transforma en única


pensándolo mejor
quizá no sea como fundar una doctrina
sino más bien como fundar un sueño.




sábado, 17 de noviembre de 2012

De humo...

Descendí del carro esperando que él me siguiera, aunque, supe desde antes de abrir la puerta que no sería así.
Caminé por la fría calle y me senté frente a una casa, esperaba poder percibir desde allí su expresión.
A ninguno nos importó el sentir del otro, no sé si buscaba de mí lo que antes no obtuvo, lo que yo sé es que quería de él lo que antes no permití.
Le "lloré" durante más de un año hasta que descubrí, que me enredé en mis propias mentiras...que le dedique demasiado tiempo a su recuerdo, que escribí demasiado para complacer su ego.
Dos años y se acabó nuestro mundo, dos años y por fin sabré de que están hechas nuestras promesas....

miércoles, 31 de octubre de 2012

Amor de tarde

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el rejoj y son las cinco
y soy una manija que calcula interés
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.




Nadie más que él puede lograr ese efecto en mí.

jueves, 25 de octubre de 2012

despicable me!

Sólo he venido a confesar, a informar, que la primera decepción que causo en las personas es el darse cuenta que en realidad no soy tan tierna como aparento..
La segunda es mi mala ortografía XD

FIN

sábado, 29 de septiembre de 2012

Untitled

Sintió que después de 10 años siendo periodista había perdido la capacidad de relatar fantasías. Así que encendió el computador y comenzó "task, task, task"... Delete, una mierda de redacción.
Se levantó de la silla e instintivamente separó un cigarro de la cajetilla para fumarlo a sus anchas; para pensar. Y de nuevo comenzó con mas rapidez "task x 3", el sonido de un teclado esclavizado por unas manos que buscaban salir del letargo, después de algunos minutos, arrojo el teclado contra la pantalla "me gustaría poder romper el documento con mis manos". Del porta lápices tomo una pluma y apuñaló...

martes, 17 de julio de 2012

(Yo te cree Ann. parte 2) Un espíritu nada sociable, y un chico sociable nada espiritual...

Carlos había olvidado el incidente casi por completo, más bien trataba de no hablar del tema, pero a veces antes de dormir se preguntaba quién era esa joven y porqué le conocía. Una de esas ocasiones decidió tomar la libreta y despejar así la duda que lo invadia a ratos. Miró fijamente la imagen y para su sorpresa le parecía familiar el rostro, tal vez es que sí conocía a alguien parecido, pero no quiso pensar de más así que se limitó a dejar la libreta sobre el buró y se dispuso a dormir.
Pasaron algunas semanas antes de llevarse otra gran sorpresa, durante el receso, una jovencita apareció de pronto gritando su nombre tras las rejas de la escuela. La voz no le era conocida pero al girar parecía haber visto un mounstro y se desvaneció. Algunos compañeros lo llevaron a la enfermería. Cuando despertó se reusaba a escuchar comentarios sobre lo sucedido. Tomó sus pertenencias y salió de alli algo desorientado. Mayor fue su sorpresa al descubrir que la joven se encontraba esperándolo sentada sobre la acera, no hubo reacción por parte de él era tanta la impresión que se quedó inmóvil, la chica se levantó le tomó la mano y le dijo; ¿te encuentras bien?;
-No, contestó Carlos soltando su mano; Dime de donde te conozco y por qué has decidido arruinar mis nervios; la joven lanzó una carcajada que desconcerto aún más a Carlos;-Ja ja Tú eres quién debe explicar muchas cosas. Pero tranquilo, no te haré daño. Mi nombre es Ann, y para no seguir vagando por la ciudad he decidido que te seguiré a donde vayas.
Primero Carlos echó a correr, era el más rápido de su salón, así que la perdería en cuestión de nada, pero cuando se detuvo después de tanto correr, ella se encontraba frente a él sin expresión de cansancio. -¿Qué eres? le gritó Carlos a la chica y ella le contestó -Un espíritu y tu has hecho un pacto conmigo.

lunes, 16 de julio de 2012

140 caracteres...no son

La vio sonriéndose en el espejo mientras se aplicaba rimel. Después de haberle roto el corazón aún sonríe, pensó. De pronto ella volteo aseverando: "Soy mujer; nunca me vas a entender".

jueves, 12 de julio de 2012

10 de Enero

No soy lo suficientemente valiente para decir que no he estado contigo...me canso de pedir disculpas cuando me asalta el peso de mis fallos. Y esta vez, de nuevo debo pedir disculpas y retractarme de todos los "te amo" que que no te he dicho aún, pero, ¡es que todavía no comprendes lo que significa amar y sólo te molestas cuando te lo digo!... Me pregunto si ese es mi castigo por no creer en los que dijeron amarme.
¿Ya no me quieres?, es lo que sueles decir si alguna vez sugiero mi amor por ti. Entonces no tengo más remedio que minimizar el sentimiento y decir: sí, Te quiero mucho, muchísimo, demasiado, en exceso y aún así siento que no logro expresar lo que me haces sentir. En cambio tú si me quieres; pero a mi no me basta con eso, necesito que me ames de la misma forma en que lo hago yo, afirmando que soy capaz de darlo todo por ti, que soy capaz de morir de dolor si algún día me faltas: Ángel...

miércoles, 11 de julio de 2012

Yo te cree Ann (parte 3) un olvido deseado y un pequeño con un deseo olvidado

-¿Algún día conoceré a la mujer perfecta abuelo? preguntaba un Carlos de 8 años a un anciano que no dejaba de "hacer garabatos" en papel.
- ¿y tú que sabes de eso, joven? Eres muy pequeño para pensar en el amor.- dijo mientras palmeaba la cabeza del niño.
-¿Qué es el amor abuelo?- El niño pareció confundido entonces. A lo que el abuelo respondió entre risas
-¿De dónde has sacado ese cuento de la mujer perfecta? ya comenzaba a preocuparme.
-Lo leí por allí, abuelo- dijo el niño ruborizado por lo que consideraba había sido un error.
-Mira Carlos, voy a dibujar a la mujer perfecta para ti. Ahora también tiene 8 años y algún día la conocerás. Tal vez cuando pueda salir del papel- y el anciano soltó una estridente carcajada- No le hagas tanto caso a un viejo.- Pues Carlos lo miraba desconcertado- Pero estoy seguro que la conocerás y podría perder mi nombre en ello.- Concluyó el anciano entre carcajadas

Carlos despertó después de oír su nombre con la voz de Ann. -Hey estudiante de pacotilla, vas a llegar tarde si no te apresuras- gritaba Ann sacudiendo a Carlos por el hombro.
Carlos se levantó de un brinco, se cambió y bajó las escaleras corriendo, su mamá se encontraba al pie de la escalera a punto de subir a despertarlo, pero sólo le vio correr con los libros abrazados al cuerpo. Ya era algo tarde para desayunar, pensó.
Ya en la escuela Carlos entró a su clase sin avisar y con disgusto vio que el único asiento disponible se encontraba al lado de Alexa, su ex novia. Carlos trató de evitar mirarla, pero ella levantó la mano terminando así con cualquier lucha consciente por no voltear. Carlos se sentó entonces en el único lugar vacío del salón. "Cómo es que no ha faltado nadie hoy", pensó Carlos hundiéndose en el banquillo. Sentía el impulso de girar su rostro hacia Alexa y no pudo contenerse por mucho tiempo, pero para su sorpresa lo que vio no era el rostro de Alexa, sino el "cuerpo" de Ann levitando al lado suyo. -Se que no quieres verla, por eso he decidido ayudarte; estaré aquí hasta terminar las clases- Y esa fue la primera vez que la presencia de Ann le pareció agradable.
Carlos seguía hundido en su pupitre mientras trataba de seguir la explicación del profesor, después de algunos intentos fallidos afortunadamente se resignó a enderezarse sobre su banco y poner atención.
"El constante estado onírico del hombre ya sea dormido o despierto lo ha llevado a imaginar cosas que han logrado cambiar el rumbo de la historia. Desde la máquina de vapor hasta los viajes en superficie lunar. Sucesos que para algunos se originaron en los sueños. ¡Quiero que en media cuartilla redacten el más reciente sueño que recuerden!"... ordenó el profesor. "tienen media hora" sentenció.

Para sorpresa de Carlos su sueño se encontraba allí en su mente, como si acabara de soñarlo. "Soñé con el abuelo" dijo en voz alta y una risa generalizada se escuchó "muy bien Carlos, pero prefiero que lo escribas" reprochó el profesor y Carlos se limitó a sacar su cuaderno y escribir. "El abuelo me regaló un dibujo con la mujer perfecta para mí" concluyó con su redacción Carlos mientras trataba de recordar si eso en realidad sucedió.
Durante el día Alexa trató de acercarse a Carlos, quería arreglar las cosas, pero gracias a Ann él se las arregló para esquivarla sin que pareciese que lo hacía."No tengo tiempo para explicaciones" refunfuñó Carlos sin motivo aparente a Ann. "tengo mejores cosas en que pensar".

Al llegar a casa le esperaba la comida servida y su madre también "Tuve una junta y no quise volver a la oficina" le dijo como excusa. "oye mamá recuerdas que mi abuelo me regaló un dibujo cuando era niño", "¿un dibujo? Debe estar en tu álbum de fotos. Y si mal no recuerdo eras tú si fueses niña. Una broma de mal gusto de tu Abuelo, pero así era él. ¿Qué se le va a hacer?".
Al terminar de comer Carlos se apresuró a buscar su álbum de recuerdos y cuando creyó encontrar el dibujo lo único que vio fue una hoja en blanco.





Hoy me pareció bien rescatar una frase de la canción "In These Arms" de la banda Bon Jovi
"like the poet needs the pain..." y sólo para confirmarla, es verdad que un estado de dolor puede producir  buenas cosas. Y cuando termina desearías haberlo aprovechado más...
Lástima de buen estado que sólo sirve para que me sienta feliz.
¡Saludos!

sábado, 30 de junio de 2012

Sovereign Light Café




Strangeland es el nombre del cuarto álbum de estudio de la banda Británica Keane del que se desprende Sovereign Light Café como tercer sencillo. Ésta canción ha inspirado al novelista William Boyd para crear una historia corta homónima. He aquí una interpretación de la misma.


 Nota: para leer el original da click aquí

Sovereign Light Café

Bethany Mellmoth corre por la estación Victoria, tratando de no verse angustiada pero probablemente falle, piensa. Mira hacía atrás, preguntándose si Demerson, de alguna manera se las arregló para seguirla, pero no puede ver a nadie entre la apretada muchedumbre de atareados pasajeros. Echa un vistazo a los horarios de salida buscando destinos. Trenes que estén por salir a diferentes rumbos. Ella mira: "Hastings". Salida en tres minutos. "Battle en Hastings". War. 1066. Ha dado en el blanco. Es para mí. Compra un boleto. Corre a la plataforma.

Ella había regresado a casa, a pesar suyo, para preparar la despedida de soltera de su madre. ¿Por qué una mujer de cincuenta y tres años querría una despedida de soltera, si su primer matrimonio (del cual nació Bethany) había resultado ser un grave y desgraciado "choque de trenes"? Tocó el timbre y Demerson atendió. Demerson, 35 años, elegante y exageradamente perfumado vestido en su bata de baño,  próximamente su padrastro. "Hola, Bethany" dijo. "Tu mamá salió"

En el tren a Hastings Bethany pagó por un boleto sencillo, hasta la última estación a Hastings £32 –Mierda se había dejado £4 y algo de cambio. Y sin móvil. ¿Cómo pudo haber salido sin el móvil ¿Cómo iba a funcionar –a vivir? No importa, se dice a sí misma, estás a salvo, es lo que importa Demerson no puede seguirte. Nunca sabrá que tomaste un tren a Hastings.

Bethany fue a su habitación y miró sus vestidos colgando en el armario. Tomó el rojo – el Coco Fennell – y lo dejó sobre la cama. Ahora ella tenía un apartamento propio, debía llevarse sus cosas – especialmente sí Demerson viviría allí en un futuro–, en la "casa familiar". A ella le agradaba Demerson – era amigable, alegre – pero deseó que su madre no se casara con él. De cualquier forma, fue franca consigo, no es tu vida – es la de tu madre. Ella tenía que recorrer su propio camino y debía dejar el nido de una vez y para siempre – tenía 23 años, ¡por Dios!. Tenía que dejar de volver a casa. Tal vez este matrimonio era una especie de bendición después de todo – la mantendría lejos – haciéndola realmente independiente, por fin. Se quitó la ropa y se probó el vestido rojo. Se veía bien. Estúpido cierre. Cómo te atreves – Demerson entró a la habitación sin tocar. "No te preocupes Bethany, yo te ayudo a subirlo. Muy bonito vestido. Sexy".

Después de Haywards Heath, hacía el sureste, los nombres se vuelven extraños, como si se estuviera entrando a un país extranjero. Este tren parece detenerse en cada estación, piensa. Plumpton, Lewes, Polegate, Pevensey y Westham, Cooden Beach. Es como si hubiese caído en el agujero de un conejo y llegase a esa extraña Inglaterra de juguete, se dice a sí misma. Deja ir su frente hacía la ventana fría y mira el paisaje del atardecer. Tratando de no llorar.

Demerson subió su cierre y antes que ella pudiera decir "Gracias" él tocaba sus pechos abrazándola desde atrás, acercándola hacia él. "Me gustas mucho, Bethany", murmuró en su oído, y besó su cuello. Bethany pensó: Éste es mi futuro padrastro. "Eres hermosa, encantadora, Bethany", dijo, acariciando su cabello mientras ella luchaba, a toda voz, gritando, "¡Vete a la mierda, Demerson!"

El tren se detiene de nuevo, pareciera que han sido doscientos metros desde la última estación. Ella ve el letrero, borroso, a través de sus lágrimas: BEXHILL–ON–SEA. Piensa inmediatamente – Aquí me bajo. Este es el lugar para mí. De pronto, se siente segura.

En su lucha, Bethany consiguió liberar su brazo derecho y por inercia, giró repentinamente golpeando con su codo a Demerson en un lado de la cara. Él cayó de repente como si hubiese sido derribado por una pistola, gritando, maldiciendo a toda voz. Ella retrocedió. Él estaba sobre sus manos y rodillas, moviendo la cabeza. A ella le dolía su codo – debí haberle pegado en la nuca, pensó, en un momento de lucidez. Knock out. Le vio desplomarse, y entonces volvió en sí. Él trato de pararse pero ella ya había salido de la habitación, azotando la puerta tras de sí. Escalera abajo, se dio cuenta que había olvidado el bolso, el móvil y su cartera en la habitación. Abrió de golpe el cajón de la mesa del vestíbulo, donde su madre dejaba dinero a la señora de la limpieza. Tomó algunos billetes y monedas. Agarró su abrigo, escuchó la puerta abrirse y Demerson salió. Él gritaba mientras bajaba "¡Te atraparé, Bethany! ¡Te encontraré!" Entonces se fue. Ya afuera, tomó Hollywood Road, corriendo a la estación del metro en Fulham Broadway. Sin mirar atrás.

Bethany dejó la estación en Bexhill–on–Sea y camina hacia Eversley Road, instintivamente yendo hacia la costa, el mar. Al pasar por una cabina telefónica recuerda lo que ha pasado. Su madre y sus amigos se encontraran en un Bar karaoke en Putney. Bebidas, aperitivos, canciones. Entra en la cabina, marca al móvil de su madre apretando la preciosa moneda de una libra. "Habla Alannah Mellmoth. Por favor deje un mensaje después del tono" Ella piensa rápido. "En verdad, en verdad, lo siento mamá, no puedo llegar esta noche…". Improvisa. "Sholto enfermó. Tengo que llevarle al hospital, llamaré después. Te amo". Bip-bip–bip, Sholto su más viejo amigo – él hará cualquier cosa que ella diga, ayuda incondicional. Ella cuelga. No es el momento para decirle a su madre sobre su futuro esposo.

Mientras corría a Fulham Broadway seguía pensando que podía oír pasos corriendo tras de ella. ¿Pudo Demerson seguirla tan rápido? Seguramente no. Se detuvo y miró hacia atrás – ¿era él? – corrió por la estación hacía el final de la plataforma. Ni una señal. Un tren arribó pero ella aguardó hasta el último momento, agachándose entre las puertas automáticas mientras se cerraban. No – debí haberle perdido.

Bethany permanece al final de Albany Road y mira asombrada De La Warr Pavilion. ¿Qué hace este enorme y extraordinario edificio frente a esta insignificante costa? Como si una nave espacial tipo Art–Deco hubiese aterrizado – cómo en esa película ¿Cómo se llamaba? ¿Alíen? No. Sí, Alíen, la primera. Ella entra y encuentra los baños para damas afuera del recibidor. En una casilla se sienta sobre el retrete dejando salir sus lágrima, en silencio, le tiemblan los hombros. Se tranquiliza a sí misma. Estás a salvo – no necesitas hacer nada. No pienses, niña, no pienses, se dice a sí misma. Sólo deja que todo continué su curso por una hora o más. Revisa su dinero. 3.77 libras. Tiene hambre. Deambula por recibidor un rato y entra en una tienda, fingiendo mirar postales y la mercancía. Toma un folleto gratis: "La guía oficial de Bexhill–on–Sea. Cuna del Automovilismo Británico". Lo desliza a su bolsillo y camina hacia la avenida.
Bethany caminó hasta el West Parade, la playa empedrada y el tranquilo mar gris a su izquierda, en el cielo comienza a desvanecerse la luz y a caer la noche Ella imagina a su madre en el Bar karaoke– será la primera que cante, "I can’t get no - satisfaction". Bethany sonríe, sin querer: su madre piensa que tiene una gran voz – y no es así – y siempre presume que Bethany heredó su talento como cantante. En una ocasión, cuando Bethany le dijo que iba a unirse a una banda como vocalista– una banda techno–folk, y así fue – ella vio los celos de su madre como un brillo verde en sus ojos. Intenta no pensar en su madre. ¿Cómo va a decirle sobre Demerson? ¿Qué es lo mejor en éstos casos? "Mamá, por cierto, tu futuro marido intentó cogerme". Bethany siente el enojo en su boca. Se soba el codo amoratado. Espera que la cabeza de Demerson este dolorida, palpitando y con moretones– tal vez le dejó un ojo negro. Bien. Palpa su bolsillo, sin pensarlo buscando el paquete de cigarros. Allí no están. En su bolso en la habitación. Necesita un cigarrillo – que mal.

El Sovereign Light Café, ahí pone. Una pequeña cafetería con forma de caja de madera en el Parade con pocas sillas y mesas de aluminio afuera. Bethany se pasea al rededor y mira hacia adentro. Revestimientos de madera pintados de un amarillo cremoso con persianas purpura, dos o tres clientes inclinados sobre sus tazas de té. Ella tiembla – Anochece y las ventanas del Sovereign Light Café brillan con una cálida luz sobrenatural en la penumbra que avanza.

Demerson nunca la miró de manera insinuante – de esa forma en la que los hombres te miran cuando piensan que no sabes lo que están pensando, pero lo sabes. No había nada en su comportamiento con ella que le hiciera sospechar o que hiciera incomoda su compañía. Un hombre regordete, bien parecido que tenía un negocio de limpieza de ventanas– así es como su madre lo conoció. Él y su equipo limpiaron las ventanas del piso de oficinas donde estaba la de ella. Bethany pensó, no es más que otra aventura – su madre se sentía atraída por hombres extranjeros– pero se equivocaba, esta vez era algo serio. Cualquier nacionalidad estaba bien para su madre – no era quisquillosa – en tanto el hombre no fuera ingles. Ella tuvo un novio griego, uno ghanés, uno croata, y dos españoles. Bethany imaginaba que era una forma inconsciente de estar a su ex–esposo inglés – o de borrar los recuerdos de él con todos esos hombres extranjeros, tan diferentes.

Bethany vaga alrededor del Sovereign Light Café – tal vez esa es la respuesta – debería llamar a su padre, pedirle consejo. Pero su padre está en Los Ángeles y no tiene móvil y sólo posee £3.77 en su bolsillo. Ella se detiene frente a un pizarrón y mira la lista de emparedados en oferta. Ham Mustard Tom. Egg Mayo. Brie Cranberry. Cheese. Crab Sticks Mayo. Pan Blanco o Integral. Siente que se le hace agua la boca y entra.

Hay un tipo joven limpiando el área de servicio. "Estamos por cerrar" dice, sin mirarla. qué descortés, piensa Bethany. "Una taza de té para llevar y un Kit–Kat, dice". Él la mira y ahora parece interesado. Ella se da cuenta que debe verse algo excéntrica con abrigo negro y su vestido rojo aquí en el West Parade en Bexhill–on–Sea. El hombre es moreno – delgado, casi enjuto – se le ve muy fatigado, sus ojos sombríos. No se ha afeitado en días. Le sirve té y le pasa un Kit–Kat Ahora sonriendo amigable. Ella le paga. Ahora tiene menos de dos libras. "Hora de cerrar, caballeros", dice él a los clientes. Tiene un ligero acento. Él viste pantalones de chef a cuadros y suecos con su sudadera. Así es como debe verse un chef agotado. Muchas drogas, piensa ella, cuando pasa junto a él, diciendo. "Buenas noches. Adiós".

Bethany bebe a sorbos su té caliente de su vaso desechable y camina cerca del Sovereign Light Café. El tipo joven baja las persianas y las luces se apagan. En la parte trasera hay una silla de aluminio destrozada cerca de un contenedor. Bethany se sienta en la silla –es inestable, pero se sostiene. Sube el cuello de su abrigo y se come el Kit-Kat. Casi se siente normal – aparte de la briza del mar el aire de finales de primavera es suave. Toma un gran sorbo de té caliente. Mira hacia el océano y, en la oscura línea donde el agua se encuentra con el cielo al horizonte, ella ve un poderoso destello de luz– a la distancia. La puerta trasera se abre y el chef sale. Él la mira. "¿Que estás haciendo ahí?" le dice, cerrando la puerta tras de si. Él viste una chamarra de piel gruesa con capucha , vaqueros y tenis, se cambió el atuendo de chef, carga una bolsa de plástico no hay duda que contiene sus suecos y sus pantalones a cuadros. "¿Ninguna ley prohibe sentarse en una silla, o sí?" dice Bethany, a la defensiva. Él se encoge de hombros y busca en su bolsillo, saca un paquete con diez cigarrillos. "¿Me das uno?" pregunta Bethany. "Por favor. Te lo agradecería demasiado". Él enciende su cigarrillo después el de él "¿De dónde vienes?" dice él. Bethany decide contarle. "huí de Lóndres" dice ella. "Un hombre me atacó – estoy ocultandome" El chef la mira de cerca. "Odio Londres" dice, simplemente, como si eso cubriera cada posible situación incómoda, como si lo explicara todo. Él se recarga en la pared del café. "Si, trabaje ahí por un tiempo, "le sonríe. "No me gusta, querida. Prefiero estar al lado de la playa, en serio" La sonrisa le hace ver diferente por un momento, el cansancio se ha ido. Él tiene los dientes blancos y parejos – Bethany lo ha notado: le gusta eso en un hombre. " ¿Es este tu café?" pregunta Bethany. "No – sólo es por hoy" contesta. "Alguien se enfermó. Estoy en una agencia. Trabajo aquí – trabajo allá. Me viene bien". Él frunce el ceño como si estuviera pensando en algo. "Aunque, no me importaría ser dueño de una de estas cafeterías" dice "Hacer una fortuna en el verano, descansar en el invierno. La buena vida". Bethany piensa: él tiene razón – tu vida sería más sencilla. Aquí frente a Bexhill–on–Sea, trabajando duro la mitad del año, viajando la otra, haciendo las cosas que quieras hacer sabiendo que regresaras, ganar dinero, seguridad… ¿Cómo te llamas? Pregunta ella. "Carl", le contesta. "¿Carl qué?" Él la mira, con recelo. "¿Para qué quieres saber?" Bethany apaga su cigarrillo aplastándolo con su zapato. "Me gusta saber el nombre completo de las personas", contesta. "Las distingue". "Carl Trueman" le dice, algo tosudo . Bethany Trueman, piensa Bethany y al momento se enoja consigo misma – tiene que dejar de hacer eso, es ridículo. "Bethany Mellmoth" se dice. Carl Trueman extiende su mano y se saludan, ella encuentra este gesto formal extrañamente tranquilizador. "Bien, me tengo que ir", él le dice. "Tengo un turno por la mañana, adiós". El da dos pasos y luego gira. "¿Te quedarás aquí toda la noche?" "Quizá" dice Bethany. Él se quita la chamarra y se la entrega. "La necesitarás entoces" Bethany se pone de pie sorprendida. "Quedan dos cigarrillos en la caja. Regrésamela por la mañana. Seafront Brasserie sobre la avenida De La Warr". Le señala. "Más o menos una milla por ahí, te preparare el desayuno". Bethany se ha quedado sin palabras mientras toma la chamarra. "¿Traes tu móvil?" Pregunta ella. "Sólo necesito enviar un mensaje". Él le pasa su móvil y ella escribe a su madre: NO TE CASES CON DEMERSON ES UN PELIGRO. TE EXPLICARÉ. BETHANY. BESOS. Le regresa el móvil a Carl. "Te veré mañana", dice ella. "Gracias". Él se aleja. "Mantente cálida, Bethany" le dice, sobre su hombro. Mientras se aleja caminado, Bethany ve el destello en el mar. "¿Qué es ese brillo en el horizonte?’’ le grita. "Eso es Sovereign Light" le contesta. "La gigante plataforma del faro. De ahí que el café se llame así".

Bethany esta sorpresivamenet cálida en la chamarra de Carl Trueman con el gorro puesto. Recarga la silla contra el contenedor de esta modo puede descansar su cabeza contra él y abrazar sus rodillas contra su cuerpo. La orilla de piel de la capucha enmarca la mancha oscura de mar y cielo que encierran al faro Sovereign Light y ella cuenta los destellos constantes , deteniéndose después de cien, trata de recordar el nombre de aquél libro donde había un faro – un faro verde, recuerda – que tiene algún simbolismo relacionado la esperanza – símbolo de esperanza. Tal vez el Sovereign Light podría ser su bastión de esperanza, piensa vagamente, decide quedarse despierta hasta el amanecer, buscando en su bolsillo para agarrar uno de los dos cigarrillos que quedan de Carl. Puede que ella luzca tan cansada como él.

Bethany se despierta al amanecer con el sonido de un perro ladrando. Se mueve ligeramente, acalambrada, y nota que una mano se le ha dormido. Se masajea para que la sangre vuelva, se para y corre por el lugar por un rato, dándose cuenta de que le urge ir al baño. Hay un hombre en la playa con un pequeño perro y un detector de metales que agita suavemente sobre las piedras. De un lado al otro. "¡Buenos días!" el grita. "Buenos días, "contesta, por inercia, como si fuera común pasar la noche durmiendo en una silla de aluminio con una chamarra prestada afuera de un café en el West Parade en Bexhill–on–Sea. Si, piensa ella, y se encamina hacia el este, por la avenida, en dirección al Seafront Brasserie donde Carl estaría sirviendo el primer desayuno del día. Mataría por algo de tocino con huevos. Carl Trueman. Buen nombre, piensa – como el Sovereign Light Café. Ella sigue caminando, con más energía ahora, el mar plateado a su derecha, los primeros rayos de sol de la mañana golpeando las perfectas curvas hemisféricas de los cristales de la escalera del De La Warr Pavilion, dejando brillo estelar y diamantado bailando en sus ojos, por alguna razón siente que todo estará bien – ahora que está en Bexhill–on–Sea, Cuna del Automovilismo Británico, dirigiéndose por un desayuno servido por su nuevo amigo Carl Trueman – segura que todos su problemas se resolverán, eventualmente, de una forma u otra.


miércoles, 6 de junio de 2012

"Como Pedro por su casa"

Mamá siempre dijo que a las personas mal educadas nadie las quiere. A esa gente que no saluda, no sonríe, no  convive con los demás nadie los frecuenta y al final se quedan solos.
Y es justo lo que sucede con mi vecino al que llamamos Don Pedro: Nadie lo quiere. Don Pedro es un señor mal encarado, siempre parece enojado y nunca contesta un saludo; aún así yo me veo obligada a saludarlo todos los días cuando lo veo pasar y finjo que me responde con esa mirada de villano que tiene, luego se voltea y se mete en su taller a copiar llaves.

Mi papá, de algún modo, se lleva bien con Don Pedro. Siempre que mi papá necesita una herramienta, sale de la casa y toca la puerta de fierro del taller de Don Pedro, Don Pedro abre la puerta y le sonríe a mi papá, le invita a pasar, y a los pocos minutos, después de platicar, sale mi papá con la herramienta que solicitaba.
Yo no lo entiendo de verdad a mí ese señor me cae muy mal, no me gusta que me vea feo y que no responda mis saludos. ¡pero eso es poco! Lo menos me gusta de la actitud de ese señor es que entra a mí casa sin avisar. A veces no nos damos cuenta, pero aparece en medio del comedor o en el mismo taller de mi papá.
A mi mamá tampoco le gusta que ese señor entre  "como Pedro por su casa" y para evitarlo cierra con candado la puerta de entrada, de manera que si el señor viene a buscar a mi papá tenga que tocar a fuerza.
Pero papá se enojó con la actitud que hemos tomado, dice que tenemos que comprender que es una persona mayor y que seguramente cuando muera lo hemos de extrañar. Y yo de ésto creo poco.

Don Pedro tiene una esposa, a la que todos llaman Doña Lola, y es conocida por ser los ojos de la cuadra, no hay nada que no suceda sin que Doña Lola sepa. A veces la habilidad que ésta señora tiene para enterarse de las cosas me sorprende, ya que nunca sale de su casa, sólo es visible a través de la ventana que da a la calle.

Tras años de verlos a diario comencé a acostumbrarme a su presencia, a tal grado que ya no me molestaban tanto las actitudes que tomaban ante algunas cosas. Doña Lola era experta en el chisme y por la ventana siempre se le podía ver platicando con alguna vecina interesada en el acontecer de la calle.
Cuando yo llegaba de la escuela se podía ver a Don Pedro regresar a casa y siempre llamó mi atención u forma de bajar de la bicicleta: apoyaba todo su peso en el manubrio y equilibrando la bici con un pie sobre uno de los pedales levantaba el otro hasta colocar los dos del mismo lado hasta finalmente descender con la bicicleta aún rodando. Todo un arte. Bueno, yo lo consideré así porque me costó muchas caídas y tiempo aprender a bajar de la bici del mismo modo.

Fueron parte de mi infancia y pensé que siempre estarían allí. El día que Doña Lola dejó de aparecer por la ventana me di cuenta que algo andaba mal, en su lugar aparecía la "nieta" que hacía las veces de la chismosa de la cuadra y se la pasaba horas y horas platicando con las vecinas que buscaban información. No era tan grave la cosa ya que de fondo siempre estaba la voz de Doña Lola regañando a la joven chismosa, "¡Quítate de la ventana!" le gritaba y a veces la obligaba a correr la cortina para que nadie se atreviera a estar cerca. Pero todo estaba bien pues igual que todas las tardes veía llegar a Don Pedro directo a su taller, bajando siempre de tan singular manera.

Y un día simplemente ya no estaban. Doña Lola había sucumbido a su enfermedad y Don Pedro no pudo soportar su soledad, a pesar de que siempre pareció gustarle estar solo encerrado en su taller. Extraño llegar y encontrarlo a punto de salir o bajando de esa forma tan suya de la bicicleta. A veces sólo quiero pensar que está encerrado en su taller. Pero cuando caigo en la cuenta que ya no vendrá a buscar a papá me invade la nostalgia. Y a Doña Lola hace tiempo que supe que no volvería a aparecer más tras esa ventana...

miércoles, 16 de mayo de 2012

Mamadas! y así...

¡Ay no mamen!
He notado que este sitio es para cortarse la vena. puras pinches tonterías. !uy si me rompió el corazón!; no lo puedo olvidar; si te quiero, recuérdalo eh ;)...Asco les digo.



lunes, 7 de mayo de 2012

¿Yo te creé? Ann...

...En ti encontré a la mujer perfecta para mí; le seguía diciendo, así arrojados en la hierba, como se encontraban, ella trató de esbozar una sonrisa, pero en realidad le dolía escuchar lo que le parecían palabras sin sentido; eres lo que nunca había soñado, pero siempre quise; continuaba y sin avisar ella se safó de su brazo, tal vez se cansó de escuchar que describía a una mujer incorrecta, en un movimiento rápido quedó de pie dándole la espalda y le dijo; ha sido suficiente, no llegaremos a ningún lado si sigo... si seguimos soñando que somos el uno para el otro; la chica perfecta de la que hablas no soy yo, ¡no existe!
Ella ni siquiera se giró para que él pudiera ver su rostro, al terminar de decir ésto comenzó a caminar y se alejó dejándole de manera inesperada el corazón roto y confundida la mente.
Él se quedó acostado por horas, tal vez aún no le quedaba claro lo que acababa de suceder; de un momento a otro sintió ganas de girarse y acurrucarse, para poder llorar sin que nadie le viese y así lo hizo, lloró hasta quedar dormido.
No se dio cuenta del tiempo que había pasado hasta que un oficial sacudió su hombro mientras pronunciaba palabras que él comenzó a comprender cuando se despertó casi en su totalidad; joven el parque está por cerrar, debe salir de aquí; ¿Está ebrio?, ¿Se siente bien?; el oficial lo miraba con recelo y le observaba de manera insistente lo ojos era obvio que los traía rojos e hinchados, pero no por la razón que el policía imaginaba.
¡Estoy bien!; dijo en tono ausente y se incorporó de prisa, aventó la mano que el oficial había posado sobre su hombro y se encaminó a la salida sin decir más.
Caminó hasta su casa, corrió hasta su habitación y se arrojó sobre la cama se quedó inmóvil un momento hasta que las lágrimas lo acosaron de nuevo, tras evitarlas se levantó. Se negaba a permanecer triste, ella ni siquiera le había dado tiempo de sentir nada, por un momento se sintió iracundo, con ganas de gritar, pero después sólo pudo sentir pena por sí mismo; eres un idiota enamorado y no correspondido; se dijo y se juró que no le volvería a pasar.
se acercó al ordenador pero optó por no encenderlo, en vez de eso tomó su cuaderno de dibujo y al ver que todo estaba inspirado en ella comenzó a arrancar las hojas hasta que encontró una en blanco y sobre esa se dispuso a trazar cosas al azar. Luego de horas de estar haciendo garabatos distinguió entre las formas un rostro que llamó su atención, al poco tiempo se encontraba borrando los excesos y perfeccionando lo que terminaría por ser el retrato de una mujer.
Se sintió satisfecho de su esfuerzo, el dibujar lo había hecho desahogarse, aun se sentí herido, pero al menos esa noche no pensaría más en lo que había pasado.
Trató de dormir, pero su sueño fue invadido por el rostro que había dibujado, pensó que era por que había pasado muchas horas detallandolo y casi por inercia dijo; así sería mi mujer perfecta.
Al día siguiente se dispuso a seguir su rutina, acomodó sus libros en la mochila y salió de casa, trataba de no mirar a nadie, pero una chica llamó su atención, parecía perdida pues caminaba entre la gente mirando a su alrededor, como buscando reconocer algo; a él la cara de la chica le pareció familiar. Sus miradas se cruzaron de forma inesperada y ella al verlo corrió hacía él como quién se reencuentra con un viejo conocido, ella lo miró fijamente durante un rato y después enfadada se dirigió a él; Tienes mucho que explicarme, dime por favor qué es lo que hago aquí;
el chico se quedó absorto, no alcanzaba a comprender por que la joven se había acercado, y en segundo reconoció en ella el retrato que la noche antes había elaborado.

sábado, 11 de febrero de 2012

El regalo más Grande

Cómo te explico que no lo olvidé, pero logré vencer esos impulsos de escribirte; jaja de verte ¡ni loca!. Y ni siquiera lo hice por mí.
Es mejor una vida sin estar atado al pasado, son cosas que yo y el mundo sabemos perfectamente...y es qué ni siquiera sé como describirlo, cómo te digo que no es sano ver que un día (que se supone debe ser feliz) es arruinado por la extraña aparición de un fantasma; de un hecho que quedó enterrado años atrás.
Agradezco, tus atenciones y deseo que sepas que tu "bien intencionada acción" no sólo arruinó mi día; el efecto secundario fue tan grande que pensé, estará bien que yo arruine tus momentos así. Y claro, claro que la respuesta es obvia. No, ¡no está bien! y por eso decidí dejarte, librarme, entender, borrarme, desaparecer...


Sé que a explicaciones no pedidas culpabilidad admitida...Pero sé que sabes que me vale :D igual y siempre he sido así de hipócrita, de falsa, de interesada...

jueves, 19 de enero de 2012

Como Nunca

Quisiera decir más que un simple feliz cumpleaños, ser original y demostrar que en verdad me alegra que compartas con nosotros, (conmigo)un año más de vida, una vuelta al sol.
Quisiera no usar las felicitaciones ya usadas, recicladas, apr(h)endidas; porque ya no saben igual. Y que, si vienen de mí, tienen cierto sazón a reproche.
Quisiera compensarte todos los daños y entregarte a ti todo aquello que tú has puesto a mis pies, el sol, la luna, Tu vida, paciencia, perdón.
Quisiera demostrarte que en 6 años lo has sido todo para mí y sin embargo muchas veces te hecho sentir que no eres nada.
Quisíera, quisiera; y sin embargo aquí van de nuevo los trillados y ya conocidos.

Feliz Cumpleaños,
Feliz año más de vida
Feliz año menos, también.....