lunes, 28 de septiembre de 2009

Ligera al tacto

Sabía que eras liviana y por la ligereza de tus piernas te busqué, no intenté ningún método de conquista, mi plan de ataque era directo. Tenerte entre mis sábanas.
Soñaba con tu cuerpo provocador, la idea de morder tus labios era en especial motivante, me encantabas, serías mía, sólo de mí.
Y cuando te tuve... no quise que fueras de mas nadie; pero te conocía, y así como hoy estabas conmigo mañana irías a buscar a alguien diferente
Sin sentimientos relacionados con amor, la perfecta relación de pasión, lo que buscaba en ti no era a quién amar, y no lo entendiste...
No hice nada como para que me quisieras, no entiendo cómo fuiste capaz de pensar que de verdad podría llegar a amarte, después de las rutinarias semanas de encuentros pasionales y mínima conversación...
sin conocerme te mantendrías sólo debías conocer de mí el cómo me encantaba hacerlo, pero leí de ti cada caricia y cicatriz en tu piel, llegué a conocerte tanto que detesto no haya funcionado.
Ahora debes saber qué sí, te amo, pero esta noche déjame creer que no, y por esta vez vuelve a ser Ligera al tacto

No hay comentarios:

Publicar un comentario

...y entonces le dijo: