martes, 24 de marzo de 2009

Beso

Mientras el taxista se aseguraba por el espejo retrovisor que ningún carro lo siguiese.

Ella sostuvo mi mano, sus labios buscaron los míos y sucedió.

Estaba ebria, y el suceso no pareció tan significativo. Me desperté con el pensamiento de que todo había sido un sueño, una broma que me jugaba mi cerebro por haberlo ahogado en alcohol el día anterior.

Pero la imagen vino a mi mente de nuevo, sus labios y los míos estableciendo contacto.

Traté de negarlo, tal vez seria culpa del licor que nos hizo actuar un tanto imprudentes. Mi actitud comenzó a ser diferente, no dejaba de pensar en ello, no había día que no pensara que tal vez fui yo quién propició que las cosas pasaran de esa manera.

No me podía concentrar, el suceso me estaba volviendo loca, un simple beso que tal vez no fue tan importante para la persona que lo recibió, que quizá no significó nada, me estaba atormentando la cabeza día y noche.

A veces llegaba a sentir la mirada de esa persona. Tal vez me exigía cuentas por lo que sucedió.

Unos pocos días después del incidente. Decidí hacerle frente a la situación. Esperé el momento exacto de confesar mis sentimientos. Planeé mi estrategia durante todo un día me acercaría a ella y le aclararía lo que estaba pasando por mi mente. Si ella aceptaba mi sentir todo volvería a la normalidad, y si ella trataba de evadirme, lo tomaría como un error, como una acción que nunca debió ser llevada a cabo. Me causaría un poco de tristeza al principio, pero si esa era la situación también sabría enfrentarme a ella.

Ese día en especial me pareció muy largo, la campana se escuchaba cada vez en intervalos más grandes, el tiempo no transcurría en mi mente, la eternidad se convertía en horas y minutos. La jornada parecía no tener final.

Pero después de tan infernal espera, la vi entre la gente y me acerqué hacía dónde estaba, me armé de valor y entonces pude confesar lo que albergaba en mi alma….

-¡Perdón por haberte besado, estaba tan ebria que no me dí cuenta!

-No debes lamentarlo, fue lo mejor que me ha pasado.

Y entonces a pesar de que creía haber estado lista para cualquier respuesta, sentí como mi mente se sumergía en la confusión, pero antes de poder reaccionar, ya la estaba besando de nuevo.


1 comentario:

...y entonces le dijo: