domingo, 30 de diciembre de 2012

Esculapio

Estudio. Estudio; repaso los textos, las frases dichas, las huellas dejadas por tus intermitentes apariciones.
Corrijo mi rutina, compilo los versos de la única enmienda de tu complicada verbalización, del uso de términos. De lo que me enseñas y que a ti Cortázar te enseñó.
Quiero vivirte, no entrar en tu vida ser fugaz encuentro, no escribir los textos a través de circuitos y que sé yo...
Que de pronto me piense y estar allí para ti.
Rectificar una y otra vez la forma en la que se construye esta historia, a través de fragmentos tuyos de pedazos de mí, cometer los errores pertinentes las equivocaciones buscadas, pedidas, solicitadas, forzadas, procuradas en cada encuentro, en cada uno de nuestros reconocimientos.
No lamentarnos por otra cosa que no sea el pasar más tiempo apre(h)endiendo el uno del sí mismo, de lo que es capaz de hacer por mantener siempre tres puntos suspensivos y en cada despedida inscribir un punto y coma, pasar a otro asunto sin dejar de lado el verdadero propósito reconocernos a través de nosotros mismos, tú en tu mí... y mí, en mi tú.
Acentuar, tildarnos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

...y entonces le dijo: